“Fuera de cobertura” para concienciar sobre la desprotección de las personas sin hogar

Publicada: 27 octubre, 2022
Con motivo del Día de las Personas Sin Hogar, que se celebrará el 30 de octubre, Cáritas Diocesana de Huesca se suma a la nueva campaña que tiene como lema “Fuera de cobertura. No dejes que se queden fuera”.
En Huesca, esta mañana se ha celebrado un acto reivindicativo en el que han participado personas de los diferentes proyectos de Cáritas. Con un simbólico gesto, se han compartido reflexiones y peticiones sobre la dignidad y el derecho a la vivienda. La concentración ha concluido con la lectura del manifiesto previsto para esta jornada.
Una iniciativa que cumple su 30º aniversario y denuncia la falta de acceso a derechos, y en especial, la desprotección social que sufren estas personas. “Queremos visibilizar la realidad de vulnerabilidad extrema que viven las personas que se quedan al margen de las relaciones sociales, del acceso o a una vivienda digna, del empleo y de la protección social”, destaca Jaime Esparrach, secretario general de Cáritas Diocesana de Huesca.
Centro de Día Fogaril
El año pasado en España Cáritas atendió a 37.207 personas en situación de sin hogar en los 420 centros con los que cuenta la Confederación. En Huesca, el Centro de Día Fogaril de Cáritas Diocesana ,en lo que va de año, ha atendido a 260 personas. Esto supone un ligero ascenso con respecto a 2021 y se han realizado alrededor de 400 respuestas.
“La mayor parte de las personas que pasan por Fogaril repiten dos o tres veces al año y suelen hacer unos cinco usos en cada una de esas ocasiones”, explica Javier Escalona, responsable del Centro de Día de la entidad. Este espacio no sólo ofrece a los participantes los servicios de café, merienda y billetes, sino que permite realizar escucha, apoyo, acompañamiento y derivar a otros proyectos a estas personas, además de favorecer el trabajo en red con los servicios sociales municipales.
“En los últimos meses, hemos constatado un incremento considerable de personas que acuden al centro y, especialmente, nos ha llamado la atención el aumento de jóvenes”.
Javier Escalona, responsable del Centro de Día Fogaril de Cáritas Huesca
“No dejes que se queden fuera”
En Cáritas Huesca «alzamos la voz una vez más para que se impulsen más proyectos de vivienda social y protegida, ya que el acceso a la vivienda en Huesca se ha convertido en un privilegio solo al alcance de algunas personas”, subraya Esparrach. Asimismo, “instamos a la Administración a que revise los requisitos que dan acceso a algunas retribuciones como el Ingreso Mínimo Vital. No está llegando con eficacia a las personas más necesitadas”.
De hecho, los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística indican que hay un 29,9% de personas sin hogar que declaran no tener ninguna fuente de ingresos. Sólo el 32,6 % reciben alguna prestación pública. La Renta Mínima de Inserción es la principal fuente de ingresos para el 7,6% de estas personas. Y únicamente el 5% indica que su mayor aportación económica es el Ingreso Mínimo Vital.
Las consecuencias de la pandemia y el agravamiento de la crisis provocada por la guerra de Ucrania están ahondando en la vulnerabilidad y la exclusión. Esta campaña busca hacer visible que miles de personas sufren la vulneración de sus derechos sin que exista una apuesta rotunda por modificar dichas situaciones. También alienta a la esperanza y la convicción de que es imprescindible seguir trabajando para que todas las personas puedan acceder a sus derechos y sean incluidas en la vida social y comunitaria.
España en cifras
Además Cáritas lleva tiempo trabajando para que no se discrimine a las personas más vulnerables en su derecho a contar con una vivienda digna. En las propuestas políticas de Cáritas Española para la II Estrategia Nacional Integral para personas sin hogar 2022-30, se insiste en la necesidad de abordar a la mayor brevedad la inexistencia de un parque público de vivienda social/de emergencia para personas y familias en situación de sin techo y sin vivienda en el Estado español.
Los datos del INE de 2012 y los principales recuentos nocturnos en grandes ciudades contabilizan a 33.275 personas viviendo en la calle o en alojamientos temporales. Sin embargo, de acuerdo con los datos internos recogidos, la red de Cáritas atendió a 37.207 personas en esta situación durante 2021.
La mitad de las personas acompañadas en las caritas de España fueron acogidas en pisos de estancia temporal (15%); centros de acogida con asistencia integral las 24 horas (13,1%); alberges y residencias de urgencia (10,8%), apartamentos de inclusión social de estancia indefinida (9,5%) o casas para mujeres solas o con hijos (5,7%). El resto recibieron atención en otro tipo de programas y acercamiento de calle. En total, la Confederación gestionó 3.985 plazas. De ellas, cinco de cada diez fueron de tipo habitacional y casi cuatro de cada diez correspondieron a centros de día.
En los recursos habitacionales las personas atendidas recibieron acompañamiento, información y orientación, alimentación, atención administrativa, servicio de higiene, ropero, lavandería, orientación laboral, actividades culturales, acceso a internet, etc.
Tipología de exclusión residencial
El ‘sinhogarismo’ es un problema social que no solo aglutina a las personas en situación de calle. El número de personas afectadas por esta realidad varía en función del grado de exclusión residencial que se tome en cuenta. Según la Tipología Europea de Sin Hogar y Exclusión Residencial (ETHOS), hay cuatro categorías: en situación de calle, sin vivienda, vivienda insegura o vivienda inadecuada. Las personas que están en la calle y las que van de alojamiento en alojamiento son la cara más conocida de este fenómeno. Sin embargo, las personas que viven en chabolas, caravanas, en asentamientos o en viviendas cedidas son la parte más invisible del ‘sinhogarismo’.
El “VIII Informe sobre Exclusión y Desarrollo Social en España” constata que una de cada cinco familias en este país sufre exclusión residencial. Es decir, tienen graves dificultades en relación al acceso y al mantenimiento de la vivienda. En el caso de los hogares en pobreza severa, ese porcentaje aumenta hasta el 69%.
“Apostamos para que las personas y familias sin hogar acompañadas por Cáritas (en la calle, en asentamientos urbanos y rurales, en barrios vulnerables e infraviviendas, en chabolas, a punto de ser desahuciadas de sus hogares o en recursos residenciales) puedan tener garantía de su derecho a una vivienda adecuada”, señala la responsable del programa de Personas Sin Hogar de Cáritas Española.