Cáritas retoma la Escuela de Verano
Publicada: 22 julio, 2022
Casi cuarenta niños y niñas participan hasta el viernes 29 de julio en la Escuela de verano. Una iniciativa organizada por el proyecto de acompañamiento a la infancia del Programa de Promoción de Cáritas Diocesana de Huesca. Se desarrolla de lunes a viernes en horario de mañana, de 10.00 a 13.00 horas, fundamentalmente en los locales de la parroquia del Perpetuo Socorro.
Esta escuela estival busca promover actividades lúdico-pedagógicas, además de competencias personales como la relación interpersonal, la integración o la multiculturalidad. Una realidad muy presente entre los menores que participan en la Escuela de verano, que proceden de orígenes muy diferentes desde Marruecos, Gambia, Senegal, Mauritania, Pakistán, Afganistán y otras nacionalidades.
“La mayoría están nacionalizados, pero conviven con sus familias y las tradiciones de sus países de origen”
Verónica Lacasta, responsable de la Escuela de Verano.
“Me sorprendió mucho la diversidad de nacionalidades. Con tantas culturas diferentes aprendes cosas nuevas cada día con ellos. La verdad es que la experiencia me está gustando mucho y lo estoy pasando muy bien. El año que viene me animaría a repetir la experiencia”, destaca Pablo, un joven que está como voluntario en la Escuela de Verano para apoyar a las monitoras.
Esta actividad, que se paralizó durante la pandemia, es una alternativa lúdico-educativa para niños y niñas que cuentan con menos recursos económicos. “Ya somos bastante veteranos en ediciones, pero después de estos dos años de inactividad retomamos con muchas ganas. Aunque con un formato ligero si tenemos en cuenta el número de ediciones anteriores”, apunta Lacasta.
Tetimonios
Como es habitual, prioritariamente va a participar el alumnado que ha estado durante el curso escolar. También hay derivaciones de hijos e hijas de personas adultas acompañadas desde el Programa de Promocional y de otros programas de Cáritas Huesca, incluso de otras entidades de la ciudad oscense.
De hecho, algunos menores como Kali, una niña gambiana de 11 años, repiten este año. “Mi último año fue en 2019, después por el coronavirus nos confinaron y este año ya tenía muchas ganas de volver”, comenta Kali. Kubura, también de origen gambiano, que hace varios años que viene a la Escuela de verano, explica: “Hacemos muchas cosas y ya conocía a gente de otros años. Me gustan mucho las manualidades, porque son muy divertidas”.
Asimismo, Majd, un niño de 9 años, se muestra “muy contento porque he conocido mucha gente nueva y me gustan todos los juegos que hacemos”. Por su parte, Yousef, de la misma edad que su compañero, cuenta que “me gusta porque para estar en casa viendo la televisión, aquí puedo entretenerme. Hacemos excursiones, pasamos el tiempo y vamos a la piscina”.
Esto días, están realizando diversas actividades como manualidades, talleres o juegos, tanto de interior como de exterior. Un día a la semana se refrescarán en la piscina municipal del Perpetuo Socorro. Además, están previstas algunas salidas por la ciudad para visitar el planetario, el museo de las matemáticas o excursiones por los alrededores, como la que realizaron hace unos días al acuario de Zaragoza.
Los menores siempre están acompañados de monitoras como Munia. Ella ha estado durante el curso de voluntaria en el proyecto de acompañamiento a la infancia y le encantó. Por ello, ahora ha comenzado a trabajar de monitora en la Escuela de Verano. “Ya había estado como premonitora hace dos años en la Escuela de Verano. Lo que más me gusta es estar con los niños, porque cada uno es un mundo y aprendes cosas nuevas de ellos”, apunta.
Acompañamiento a la infancia
El proyecto de acompañamiento a la infancia está enmarcado dentro del Programa Promocional. «Fomenta la promoción de la persona no solo a nivel académico sino como crecimiento personal. La actividad de apoyo escolar en este caso es la excusa para poder hacer una acompañamiento familiar integral», explica Lacasta. El programa intenta adaptarse a las necesidades de las personas participantes. Este año, se creó un grupo de conversación para algunas personas que lo requerían y se programaron algunas sesiones de teatro. Con el objetivo de mejorar sus habilidades comunicativas y verbales.