La constancia en la solidaridad es clave en cooperación
Publicada: 4 febrero, 2020
Vivimos en un momento en el que las emergencias, por desastres naturales o por conflictos armados, se repiten con demasiada frecuencia, lo que está conformando un contexto humanitario con realidades muy complejas. Frente a este incesante sufrimiento humano Cáritas se siente interpelada y obligada a actuar.
La respuesta en cifras que ofreció Cáritas Diocesana de Huesca ante esta situación, el pasado año 2019 fue de más de 22.000 euros, de los cuales más de 4.000 corresponden a la solidaridad de muchas personas que creen en un mundo más justo y en la posibilidad de erradicar la pobreza. Concretamente, los 4.411 euros de los donativos recogidos durante el pasado año se destinaron, según el deseo expreso de las personas donantes, a Mozambique, República Democrática del Congo, Somalia y al Cuerno de África.
Los otros 18.000 euros, procedentes del 1% del total del presupuesto de Cáritas Diocesana de Huesca que se destina a proyectos de desarrollo, en esta ocasión, sirvieron para apoyar a Burkina Faso. Un país poco mencionado en las noticias pero en el que desde 2015, que sufrió su primer atentado terrorista, no han cesado este tipo de actos y lo han sumido en una terrible crisis de seguridad y humanitaria. En los últimos años ha sufrido más de 300 ataques terroristas, que se incrementan diariamente. A principios de 2019, se contabilizaban unas 80.000 personas desplazadas y en noviembre el número se elevaba hasta casi las 500.000 personas según datos del gobierno local, pero son más de 800.000 el número total de afectados. Se han tenido que cerrar más de 3.000 escuelas y 103 centros de salud.
Por desgracia, este no es un caso aislado, aunque cada uno con sus características, en los últimos meses hemos sido testigos de diversas emergencias como las acaecidas en Ecuador, Congo, Venezuela, Indonesia y en otros tantos territorios, especialmente de los llamados ‘Países del Sur’. La misión de Cáritas Española, y por tanto de Cáritas Huesca, en el ámbito de la acción humanitaria es contribuir a mejorar las condiciones de vida de las poblaciones más vulnerables. Apostamos por un modelo de intervención que fortalezca las capacidades de las cáritas locales y asegure la atención integral, conectando al mismo tiempo las respuestas inmediatas y los procesos de desarrollo a largo plazo. Una actuación que refuerza nuestra filosofía de estar presentes en el terreno antes, durante y después de la respuesta de emergencia.
Uno de los ejemplos más claros del compromiso fraterno de Cáritas es Haití, en donde, diez años después del devastador terremoto que asoló la isla, se mantiene la colaboración con los haitianos para reconstruir su futuro y acompañar a las personas más vulnerables. Cáritas Española ha asumido durante esta década una importante responsabilidad al canalizar más de 25 millones de euros aportados por los donantes españoles a través de la campaña de solidaridad “Cáritas con Haití” lanzada a raíz del seísmo.
A pesar del intenso trabajo de respuesta a la emergencia queda todavía mucho camino por recorrer en el país caribeño. Puesto que en los dos años siguientes el país se vio abocado a afrontar nuevas emergencias humanitarias: al impacto del huracán “Tomás” también en 2010, siguió un serio brote de cólera en 2011 y dos huracanes, “Isaac” y “Sandy”, en 2012. Los huracanes se han sucedido hasta el día de hoy, con especial impacto de “Mathew” en 2016, que provocó más de 800 víctimas y grandes destrozos.
En los últimos cuatro años, a medida que la población haitiana iba recuperando su derecho a una vivienda y se estabilizaba las necesidades generadas por la emergencia del terremoto, el apoyo de Cáritas Española ha puesto el foco en los programas de educación primaria y formación profesional, junto a los proyectos de seguridad alimentaria que permitan a la población local producir sus propios alimentos y generar sus modos de vida. En la medida de lo posible, en este y en otros países, todas las actividades tienen también un enfoque dirigido a aumentar la resiliencia de las comunidades ante posibles desastres naturales.
La llamada de emergencia más reciente que se ha lanzado desde la red internacional de Cáritas es desde el Líbano. Un país que requiere de ayuda para hacer frente a la situación límite que viven muchas familias vulnerables como consecuencia de la grave crisis política y social que sacude el país desde el pasado octubre. Cáritas Española ha aportado 50.000 euros, una quinta parte del plan de emergencia programado, para poner en marcha un programa de ayuda humanitaria a unas 4.000 personas especialmente vulnerables en nueve regiones. Este plan contempla la entrega durante un mes de ayuda económica en efectivo a 115 familias, de medicamentos esenciales para 500 familias y de facilitación de medios de transporte escolar para otras 200 familias con menores discapacitados.
Las claves que contribuyen al desarrollo de nuestra acción son el trabajo en red, la información y análisis, la capacidad de acceso a la población y del incremento del impacto de las intervenciones a través de sinergias con otros actores, el acompañamiento constante, la incidencia global sobre estos temas tanto en el ámbito social como político y la movilización de recursos.