Cáritas Huesca con las personas sin hogar

Cáritas Huesca con las personas sin hogar

Publicada: 24 octubre, 2024

El elevado precio de la vivienda unido a la falta de recursos económicos suficientes, a veces por no tener empleo y otras incluso teniéndolo, nos impide a muchas personas tener una vivienda digna. La escasa vivienda social y los precios nos empujan a habitar viviendas, inseguras, inadecuadas o a compartir piso con otras personas e incluso familias. Con miedo e inseguridad por no poder pagar la casa o las facturas. Cuando tenemos que compartir un piso entre varias familias, no solo se vulnera el derecho a la vivienda, sino que también surge hacinamiento y la falta de intimidad, ya que algunas tenemos que dormir en sofás instalados en zonas comunes de la casa. Necesitamos más vivienda social y protegida” 

“Cuando migras te conviertes en una persona sin hogar. Y tu casa se reduce a una maleta, una mochila o una bolsa, que muchas veces pierdes por el camino. Una situación que, en algunas ocasiones, se agrava por la discriminación que existe a la hora de alquilar pisos. Muchas personas no quieren tener migrantes o personas de otras etnias como inquilinos y también ponen problemas si tienes muchos hijos o hijas. Nos sentimos solas y con pocos apoyos. Y no tener papeles, es otra piedra en el camino, porque sin ellos no podemos firmar un contrato, ni de trabajo, ni de vivienda. Y tampoco podemos pedir ayudas”.  

“Las personas sin hogar, especialmente la que estamos en situación de calle, para la sociedad somos invisibles. Cada uno nos buscamos la vida como podemos, porque estamos muy solos. El sistema no funciona, no ayuda a salir de la calle y nos obliga a rodar. Además, cualquier persona está en riesgo de verse en la calle, por problemas de consumos, familiares u otras causas. En nuestra situación, tener un trabajo o una prestación no nos asegura el acceso a una vivienda. Y lo más importante para poder salir adelante es tener un techo. Por eso, necesitamos tener una oportunidad.”

“A veces tener un techo no es sinónimo de tener un hogar. Un hogar es calor, calidez, seguridad, amor y muchas personas no sentimos que nuestro hogar sea así. Algunas preferimos salir a la calle para no sentirnos tan solas en casa, muchas no tenemos la suerte de poder vivir con nuestros hijos e hijas, o no tenemos a nadie cerca, a todas nos gustaría sentirnos escuchadas, sentir que valemos y aportamos a nuestro entorno, no sentir que somos un estorbo. Queremos compartir y hablar con otras personas, porque la soledad nos mata, nos empuja a salir de nuestras viviendas y no nos permite crear un verdadero hogar. ¡Caminemos juntos y juntas!”

Cáritas lleva 60 años acompañando a las personas más vulnerables y entre ellas siempre han estado presentes personas en situación de sin hogar. Queremos seguis caminando juntos para crear comunidad y red para acompañar a estar personas en sus dificultades y su soledad y que se creen políticas que puedan facilitar el acceso a una vivienda digna a todas las personas.