¿En qué consiste?
Desde la dimensión de acción en el territorio se anima y acompaña a las diferentes comunidades parroquiales de la Diócesis de Huesca en clave de participación. Busca generar espacios comunitarios de encuentro y desarrollar iniciativas que posibiliten la corresponsabilidad de la comunidad cristiana en la acción caritativo-social.
¿Cómo se trabaja?
Con un modelo de acompañamiento orientado a la creación de comunidad y al ejercicio de la caridad, animando procesos comunitarios hacia el compromiso y reforzando la autonomía del territorio.
¿Qué equipos lo integran?
Equipos parroquiales e interparroquales urbanos y rurales y el proyecto Accede.
Nuestros equipos
Urbanos

Rurales

Interparroquiales

El territorio es el espacio donde acontece la vida personal y comunitaria, por lo que Cáritas necesariamente tiene que desarrollar su acción en él. Cáritas Diocesana de Huesca cuenta con una red que le permite estar presente en muchos barrios de la capital altoaragonesa y pueblos, a través de sus equipos parroquiales, centros y servicios. Todo ello posibilita poder vivir la acción desde la esencia de su identidad: la acogida y la cercanía a las personas y a las comunidades en su vida cotidiana.
La acción en el territorio busca acompañar a estas comunidades parroquiales en su acogida, formación y sensibilización, para que sea la propia comunidad la que desarrolle la acción caritativa, en un análisis permanente de la realidad social que acontece en el territorio.
En la actualidad, Cáritas Diocesana de Huesca tiene presencia en cuatro de los seis arciprestazgos en que se divide la Diócesis de Huesca.
Se hallan activos cuatro equipos parroquiales de Cáritas en la capital (parroquias del Perpetuo Socorro, Santo Domingo, San José y la Cáritas interparroquial de la unidad pastoral Santiago-María Auxiliadora) y otros nueva en la zona rural (Almudévar, Ayerbe, Biscarrués, Grañén, Gurrea de Gállego, Lanaja, Tardienta, Robres y Sariñena), además de la Cáritas Interparroquial de Monegros.
Proyecto Accede
El proyecto ACCEDE es un proyecto piloto que pretende contribuir al acceso y ejercicio de derechos de las personas en situación de vulnerabilidad y exclusión mediante el desarrollo de sus capacidades, incidiendo en las competencias digitales.
Su actividad está fundamentalmente dirigida a:
– Personas beneficiarias del Ingreso Mínimo Vital (IMV) y de la renta mínima autonómica.
– Personas que cumplen los requisitos para percibir el IMV o rentas mínimas, pero no acceden a él.
– Personas que carecen de recursos económicos y sociales básicos para cubrir sus necesidades básicas.
– Personas en situaciones de dificultad, que no conocen sus derechos y el acceso a éstos.
¿Cómo se trabaja?
La metodología está basada en el diagnóstico social y en el acompañamiento en itinerarios personalizados. Siempre con una mirada de derechos, centrando la actividad en ámbitos de intervención como: consumo de primera necesidad, ingresos, empleo, derechos administrativos, brecha digital, sistema de salud y cuidados, vivienda segura y adecuada, formación y educación, relaciones y convivencia (aislamiento y conflicto social).